En pocos días hemos pasado de un frío que pela a un calor excesivo para estas fechas, y de nuevo esta semana ha vuelto el frío y la nieve en la sierra, ya no sé si sacar el bañador o los esquíes. Si al peculiar clima de Madrid, donde pasamos del abrigo directamente a la camisa de manga corta, le sumamos el efecto de “el Niño” y el cambio climático que no existe según me cuenta un primo de Rajoy, el resultado es una tonelada de frases y tópicos sobre el tiempo que deleitarán esos momentos de ascensor compartido con vecinos y conocidos, cualquier cosa menos el incómodo silencio que te obliga a mirar la hora, buscar las llaves o echar un vistazo a la lista de canciones del mp3.
Si no fuese por el polen que nos toca las narices, nunca mejor dicho, y el campo que está que se sale de verde, no sabría decir en que estación nos encontramos, menos mal que siempre hay algún centro comercial que nos anuncia que ya es primavera. Espero tener más tiempo que el año pasado para fotografiar flores, y mientras llega ese momento os tendréis que conformar con un par de fotos de años anteriores.
