El pasado domingo salí al campo con un amigo para hacer macro y pasar un rato rodeado de polen, insectos florecillas y cardos, otra forma de pasar una tarde en el campo, no apta para alérgicos al polen. La macrofotografía me resulta relajante, y aunque no soy un experto en la materia y mi equipo deja mucho que desear, siempre vuelvo a casa con alguna imagen que me sorprende al verla en el ordenador. Reconozco que mi grado de exigencia en esta materia no es muy alto, pero siempre es interesante compartir una tarde con un buen amigo.